El Club Villa Ressia volvió a ser blanco de la inseguridad. En la madrugada de este jueves, dos delincuentes intentaron ingresar a las instalaciones ubicadas en el barrio Ressia, provocaron serios destrozos y escaparon minutos antes de que llegara la policía alertada por la alarma del lugar.
El hecho se registró alrededor de la 1.30 en el predio de Paunero 1151. Según detalló la presidenta de la institución, Analía Torres, los intrusos “barretearon tres puertas, intentaron entrar a secretaría y hasta quisieron arrancar las cámaras de seguridad”. Todo quedó registrado en las filmaciones.
“Son dos. Se los ve forzando la puerta lateral, luego esta otra, y por último la de secretaría. Después se colgaron de los cables de las cámaras para tratar de romperlas. Estuvieron cuatro o cinco minutos”, relató Torres.
Si bien ambos aparecieron con parte del rostro cubierto y uno llevaba guantes, las imágenes quedaron a disposición de la fiscalía y de la policía. Además, el comercio ubicado en la esquina también fue víctima de un robo, por lo que investigan si se trata de los mismos autores.
“Estamos medio a la deriva con la inseguridad. Acá cerca ya hubo varios hechos”, lamentó la presidenta.
Torres confirmó que este es el tercer ataque al club en lo que va del año.
En el primero, delincuentes arrancaron las rejas mientras los chicos entrenaban. En el segundo, hace dos meses, se llevaron “la caja de seguridad entera con todo lo recaudado”. Ahora, volvieron a ingresar y provocaron importantes daños en puertas y cerraduras.
“Nos cuesta muchísimo sostener el club. Todo lo hacemos a pulmón, a donores. Ponemos cámaras, alarmas, rejas… y aún así no alcanza. Ya no sabemos qué hacer”, dijo.
El Villa Ressia es una institución con gran actividad deportiva y social: patín artístico con 100 alumnas, boxeo recreativo y profesional, taekwondo, zumba, futsal masculino y femenino —con recientes títulos en liga— y gimnasia para todas las edades.
Torres explicó que las reparaciones serán costosas y volvió a solicitar acompañamiento del Estado y de la comunidad.
“Las puertas están viejas y dañadas. Cambiamos cerraduras, reforzamos todo, pero necesitamos ayuda. Y sobre todo, cámaras en la calle. No somos los únicos que sufrimos robos en la zona”, advirtió.
