En la jornada de hoy, se brindaron mayores detalles en la la causa por la que fueron detenidos abuela, padre, tío y padrino de dos nenas que fueron abusadas durante años en Punta Alta, entre el 2011 y el 2019.

La fiscal Marina Lara, titular de la UFIJ 14, tomó declaración a los imputados, solo hicieron uso de dar su palabra, el padre y un amigo de la familia (padrino), mientras que la abuela y el tío no manifestaron su testimonio.

Uno de los declarantes sostuvo, que las chicas habían denunciado eso, porque habian sido inducidas por la madre tras un divorcio.

En rueda de prensa, Lara dijo “El paso del tiempo conspira con las pruebas, pese a ello hemos obtenido pruebas para las imputaciones. Aunque concretamente, de listas de clientes, dinero, no se encontraron rastros”.

Con respecto a la causa, la abuela, padre y el padrino de las abusadas, están imputados de promoción y explotación de la prostitución de menores de edad y suministro de estupefacientes y abuso sexual con acceso carnal. Por su parte el tío, imputado por delito de abuso sexual.

La abuela que tiene unos 78 años aproximadamente, y en función de su edad, seguirá con arresto domiciliario por decisión del juez.

Con respecto a los hechos, la fiscal contó que concertaban citas con mayores, en el domicilio de la abuela, en circunstancia donde la madre no estaba y también en otra casa que aún no fue determinada. Por su parte agregó que la abuela manejaba el dinero, las vestía de determina manera, las bañaba y las perfumaba para que estuvieran en condiciones de ser abusadas.

En el 2021 se hizo un allanamiento en la casa de la abuela, se secuestró un rollo de fotos, una computadora, que antes había sido recetada a cero y se secuestró un celular, que había sido adquirido recientemente.

Lara puso énfasis en la importancia de que estas dos chicas puedan tener una vida lo más normal posible a partir de ahora. Y destacó que la ayuda psicológica, ha sido fundamental, pero es importante destacar que los medios sean cuidadosos con la información que se brinda, para evitar conocer la identidad de las víctimas que están intentando salir del calvario que atravesaron.