Una vez más, la inconsciencia detrás del volante. En la madrugada de hoy, luego de celebrar Navidad, Francisco Páez, se estaba despidiendo de su familia y al tratar de subir al auto de su hijo, resultó gravemente herido, después que un conductor que circulaba a alta velocidad lo atropellara.

De acuerdo a lo que pudo averiguar El Orden, presente en el lugar luego del suceso, lo triste y repudiable, es que luego de consumar el episodio, el conductor escapó cobardemente dejando a la victima tirada en el suelo.

Los vecinos indignados y con razón, acudieron en su auxilio, llamaron a la policía y ésta a la ambulancia del Hospital Municipal “Dr. Manuel B. Cabrera” que se hizo presente rápidamente, siendo trasladado hasta el nosocomio local para su asistencia por las graves heridas recibidas. La ciencia no alcanzó para salvarle la vida: Francisco Páez falleció horas después.

El barrio manifestó su bronca señalando que sabían que esto iba a suceder, en algún momento, ya lo habían denunciado muchas veces, en virtud que circulan por esa calle a alta velocidad sin mirar que pueden ocasionar un accidente, como el que aconteció.

En un segundo, la alegría de Navidad, se transformó en tristeza, enojo e impotencia.

Para algunos, la presión ambiental, el aumento de controles, las campañas de concienciación, la figura del chofer alternativo no les hace mella.

Su vida al volante es una ruleta rusa: se accidentan, chocan, o matan, porque van ebrios o drogados y lo peor es que utilizan su vehículo para sus salidas de ocio, hasta que se produce una tragedia como la acaecida en la madrugada de ayer.. Son jóvenes con características de alto riesgo.

El auto es como un arma que se carga con munición pesada: alcohol, drogas… Los efectos de ambas son demoledores sobre la visión, la percepción y la reacción … y sobre la vida de las personas y los bienes.

Lo lamentable es que, para la familia de Francisco Páez, esta será una Navidad que nunca olvidarán. Hoy están llorando cuando debería ser un día de fiesta. Nos unimos en el dolor, y que Dios lo tenga en su Santa Gloria.

Horas después se tomó conocimiento que el conductor del automóvil, Eduardo Gonzalo Vallejos (35), se hizo presente en la Estación de Policía Comunal pero hasta el momento el Ayudante Fiscal no ordenó su detención.

Fuente: El Orden de Pringles