La vecina localidad inauguró el domingo la propuesta cultural del municipio, para tener entretenimiento seguro, en este tiempo de pandemia. La propuesta fue más que positiva, todo un éxito.

Las salas de cine fueron uno de los primeros rubros que debieron cesar actividades con el inicio de la cuarentena, y desde aquel entonces sólo reportan pérdidas. En el afán de avanzar hacia una nueva normalidad, en Coronel Pringles se revivió un clásico que podría llegar para quedarse definitivamente: el autocine.

No fue fácil, porque hubo que preparar un protocolo sanitario y de distanciamiento por pedido del municipio de Coronel Pringles.

El debut tuvo varios cinéfilos contentos, y familias pringlenses, que pudieron salir de sus casas para disfrutar de este entretenimiento que se reinventó, volviendo a una de las costumbres que había desaparecido.

En Avenida 25 de Mayo, entre calles 20 y 21, se instaló una moderna pantalla gigante, de alta definición. Con entrada gratuita, se proyectó la película “Dora y la Ciudad Perdida”.

Con una capacidad de hasta 50 vehículos, que era el número permitido, de acuerdo al protocolo impuesto por el Municipio y, a través de las radios de cada uno de los rodados, los asistentes sincronizaron la frecuencia de FM Ciudad Pringles para captar el sonido del film y así se pudo disfrutar.

Cada auto podía contener hasta cuatro personas, y ahí adentro podían estar como ellos quisieran. Con mate, comida, volumen al máximo, asientos reclinados, pantuflas, pijama, en silencio o charlando.

La iniciativa fue por demás positiva y teniendo en cuenta que, el virus va a quedarse por un tiempo, seguramente los pringlenses tendrás más noches de Autocine.

Fuente: El Orden