En las últimas horas, una inusual visita sorprendió a los turistas de Monte Hermoso, donde un ejemplar juvenil de elefante marino fue avistado en la playa. Sin embargo, los expertos aseguran que no hay motivo de alarma y hacen un llamado a la población para mantener la calma y respetar la presencia del animal en ese sector.

Pablo Petracci, director de la Estación de Rescate de Fauna Marina Guillermo Fidalgo, explicó que se trata de un elefante marino juvenil, el cual se desteta tempranamente de las aguas y suele acercarse a la playa como parte natural de su ciclo de vida anfibia. “Es completamente normal que salgan a la playa, forma parte de su hábitat”, aseguró.

El especialista hizo hincapié en la importancia de mantener una distancia segura y no interferir con el animal. “Es crucial que la población se mantenga a 15 metros de distancia, evitando acercamientos que puedan causar estrés al elefante marino. No se debe intentar obligarlo a regresar al mar, proporcionarle comida o agua. Simplemente, hay que dejarlo tranquilo“, enfatizó.

Para gestionar la situación, las autoridades locales, incluyendo la prefectura y los guardavidas, establecen un perímetro alrededor del área donde se encuentre el elefante marino. Este perímetro estará señalizado con cintas para garantizar la seguridad tanto del animal como de los visitantes.

En relación a la creciente presencia de especies marinas en las playas de Costa Atlántica, durante este verano, Petracci señaló que esto se debe a la recuperación de poblaciones que fueron cazadas intensivamente en décadas anteriores. “Es común ver estas especies en la costa de la provincia de Buenos Aires, ya que están recuperando sus poblaciones. No hay motivo de preocupación, es simplemente parte de la biología de estas especies“, explicó.

Finalmente, se hizo un llamado a la responsabilidad ciudadana, solicitando que se evite la toma de selfies con el elefante marino y cualquier acción que pueda perturbar su tranquilidad. “La clave es respetar y darle espacio al animal para que continúe con su comportamiento natural“, concluyó Petracci.