Los internos de la cárcel de Saavedra donaron una parte de la producción de la huerta que hay dentro de la unidad penitenciaria al taller protegido “Un Nuevo Sol” de esa localidad. El emprendimiento de la huerta los provee de verduras para el autoconsumo y esta donación se convirtió en una experiencia laboral que apunta a la inclusión social.

La producción se coordina con el aporte de 90 internos y alcanza a unos 6.000 kilos mensuales. Entre las hortalizas que producen se destacan: berenjenas, cuatro variedades de tomate, zapallitos, pepinos, ajíes, morrones, calahorras, cebollas, ajos, acelgas, lechugas, cebollas de verdeo y perejil.

Juan Baier, jefe de Talleres de la Unidad 19, también que “la actividad de la huerta se convirtió en una de las actividades de mayor magnitud dentro del establecimiento y hoy beneficia a la dieta alimentaria de todas las personas privadas de su libertad aquí alojadas”.

Por su parte, el director de la Unidad 19, Esteban Roldán, subrayó que “es muy grato poder aprovechar al máximo el potencial productivo y que pueda beneficiarse una institución de bien social de la comunidad”. “Tener conciencia de la posibilidad de ser autosustentable es una herramienta muy significativa para todas las personas privadas de su libertad y para la comunidad misma”, resaltó Roldán.