La consejera escolar, Fiorella Belén Damiani, enfrentará una indagatoria por falso testimonio agravado, en relación con una causa en la que acusó a dos jóvenes de violación, alegando que el encuentro fue no consensuado, aunque parece haber sido mutuo. La denuncia, presentada en 2017, condujo a la detención de ambos acusados en 2021-2022, representando a uno de ellos.

Según la denuncia, la joven afirmó haber sido abusada sexualmente por los jóvenes, pertenecientes a una banda de rock, tras un encuentro en un bar y posterior traslado a la casa de uno de ellos en un Remis. Sin embargo, la defensa sostiene que fue un encuentro consensuado.

El testimonio del defendido se complica, dado el contexto de las causas por abuso sexual en aquel momento. Sin embargo, un video guardado en la nube, presentado como evidencia, finalmente les otorga la libertad tras una semana.

Recientemente, la causa ha sufrido un cambio en su carátula, pasando de falsa denuncia a falso testimonio, considerado más grave por la naturaleza de la acusación. Este cambio fue instigado tras la solicitud de la defensa, aunque no todos los casos tienen acceso a tal evidencia.

La detención de los acusados, basada en un testimonio y un informe psicológico, ilustra la fragilidad de ciertas pruebas en estos casos. A pesar de la posibilidad de error en la pericia psicológica, es común que los jueces se basen en ella, lo que subraya la necesidad de una evaluación más exhaustiva.

Los acusados estuvieron detenidos por una semana en condiciones hostiles, resaltando el estigma asociado a estos delitos incluso dentro de las instituciones policiales.

El cambio de la acusación de falsa denuncia a falso testimonio pone de relieve la complejidad de estos casos y la importancia de un análisis más profundo de la evidencia.