Tras casi cuatro décadas bajo las aguas, más de diez manzanas de Epecuén han emergido, revelando nuevos sectores y trayendo consigo historias olvidadas y paisajes que deslumbran.
Este asombroso descubrimiento fue posible gracias a trabajos del municipio en la apertura de una sección del terraplén de contención que rodea las ruinas, permitiendo que el agua finalmente se escurra hacia afuera, revelando así un pasado que se niega a ser olvidado.
Así se descubrieron nuevos paisajes:
- Casa del embarrador Maravilla
- Complejo Municipal y Espigón Epecuén
- Vestuarios duchas
- Plazas y Parques
- Pileta del Complejo Balneario
- Propaladora y Radio “El Faraón”
- Hotel “La Cautiva”.
Nicolás López, secretario de turismo de Adolfo Alsina, sostuvo ante Canal Siete “Este hallazgo no es solo un descubrimiento casual, sino el resultado de un trabajo que nos permitió redescubrir áreas de la villa turística que estuvieron sumergidas durante más de 39 años“, y agregó “Estamos emocionados de que estos espacios resurjan y nos ofrezcan la oportunidad de explorar y conocer nuevos lugares”.
La decisión de intentar este trabajo nuevamente se remonta a 2015, cuando se hizo un canal en el terraplén de contención original. “En ese momento, el lago no estaba tan bajo como hoy. Aprovechamos que actualmente el nivel del agua ha descendido significativamente para repetir el esfuerzo“, añadió López. “El agua contenida dentro del terraplén se ha evacuado casi por completo, revelando áreas que ni siquiera los últimos residentes de Epecuén habían podido volver a visitar“.
Epecuén, en su apogeo, fue un destino de lujo visitado por personas de alto poder adquisitivo y contingentes internacionales. “La calidad del agua de Epecuén, comparable solo con el Mar Muerto, atrajo a turistas que venían a tratar enfermedades de la piel y otros males“, manifestó López. “En su época dorada, Epecuén llegó a recibir hasta 20.000 turistas por temporada”, dijo.
Epecuén no solo es un lugar de historia y esplendor pasado, sino también un sitio de asombro continuo. “En invierno, el sulfato de sodio en la laguna se solidifica, creando una costa blanca que parece cubierta de nieve de sal, otro atractivo único”, mencionó López.
