Desde hace semanas, madres de alumnos de escuelas y jardines de Pehuen Co denuncian la falta de respuestas por parte de las autoridades educativas rosaleñas ante un problema crítico: el agua que consumen niñas y niños estaría contaminada, y los efectos ya se sienten en la salud de muchos estudiantes.
Gabriela Rocca y Karen Stankusnes, madres e impulsoras del reclamo, contaron que el 23 de mayo entregaron una carta formal solicitando respuestas y medidas concretas. Hasta hoy, dicen, no recibieron ninguna contestación oficial. La única información que obtienen, aseguran, es a través de los medios de comunicación.
“El sábado hicimos un corte pacífico para visibilizar la situación. Le explicábamos a la gente que ingresaba a Pehuen Co cuál es la situación en la escuela y el jardín. Muchos no sabían. Otros, que se habían enterado por los medios, no podían creer que después de tanto tiempo seguimos sin soluciones”, relataron.
El malestar crece no solo entre las familias afectadas directamente, sino también entre vecinos preocupados por una posible extensión del problema al resto del pueblo. “Esto va más allá de la escuela. Si no se actúa, el agua de las casas también puede estar en riesgo. Hay mucha gente que quiere sumarse al reclamo”, advirtieron.
Las autoridades educativas mencionaron la instalación de un sistema de ósmosis inversa como posible solución. Sin embargo, las madres exigen claridad: “Dicen que van a poner un filtro en la cocina, pero el resto del agua que circula por la escuela tendrá solo lavandina. ¿En qué cantidad? No lo sabemos. No hay información clara ni control garantizado sobre el sistema. No se sabe quién va a verificar si el filtro se satura o si el sistema se queda sin gas”.
Mientras tanto, los síntomas en los niños no se detienen. “En mi casa llevo dos semanas y media con mis hijos enfermándose uno tras otro. Las defensas bajan, se contagian, y así seguimos. Necesitamos una solución de fondo, urgente”, expresó Rocca.
En este tiempo, las familias se contactaron con especialistas en perforaciones y aguas subterráneas. Aprendieron que para garantizar una provisión segura es necesario realizar una perforación profunda, segmentada y ciega, que impida la filtración de aguas contaminadas por pozos sépticos, un problema común en el centro de Pehuen Co.
“Esa es la única manera de asegurar agua permanente y realmente segura. No pedimos algo imposible, pedimos que vengan, nos escuchen y actúen con responsabilidad. ¿Por qué no quieren recorrer 70 kilómetros para hablar con nosotros? ¿No entienden la gravedad o no quieren verla?”, se preguntaron.
