Rolando Ramos, inspector de tránsito de Punta Alta, fue brutalmente agredido por tres personas en pleno centro de la ciudad, durante el operativo de cortes de calle por el desfile del 127° aniversario. El ataque. Dejó como saldo múltiples lesiones en su rostro y cabeza, además de un profundo malestar por el accionar judicial posterior.
El hecho se produjo en la intersección de las calles Irigoyen y Murature, a metros de la plaza principal. Ramos se encontraba junto a un compañero retirando las vallas que delimitaban el tránsito durante el evento. “Estábamos esperando que levanten el último gazebo sobre Irigoyen para liberar la calle. Apenas apoyo la valla y me doy vuelta, me atacan de atrás”, relató el inspector. “Primero fue un golpe de puño en la sien, después, ya en el piso, patadas, trompadas, todo en la cabeza. Sin parar”.
El agresor principal, según relató Ramos, ya era conocido por él: se trata de un hombre a quien le habían secuestrado una motocicleta en un operativo conjunto con la Policía y la Agencia de Seguridad Vial, semanas atrás. “Me dijo: ‘¿Sabés quién soy yo?’ Y pensé que era alguien conocido del barrio, de la primaria, del club. Pero cuando me di vuelta, me estaban esperando para pegarme”, contó.
Las lesiones que sufrió no fueron menores. Fue atendido en el Hospital Eva Perón, donde recibió el alta tras pasar la noche en observación. “Tengo un edema en la cabeza, politraumatismos, hematomas en la cara, un corte arriba de la ceja, el labio reventado. Estoy con reposo”, explicó.
La indignación de Ramos se hizo más fuerte al conocer la calificación judicial del caso: “La fiscal lo caratuló como lesiones leves. Pero si te patean entre tres en la cabeza, no son lesiones leves. Es intento de homicidio. Esta persona es conocida en el ambiente policial, entra y sale. Si fuera cualquier otro, ya habría allanamientos”.
Ya realizó la denuncia y cuenta con una orden de restricción, pero hasta el momento no hubo avances significativos en la investigación. “La Justicia tiene que actuar de otra forma. Esto no puede quedar así. No quiero privilegios, pero tampoco impunidad”, cerró.
