Se produjeron explosiones en una de las usinas de petróleo de la compañía Aramco, cerca del circuito donde se desarrollaba el primer entrenamiento del GP de Fórmula 1 de Arabia.
Fuentes no oficiales le atribuyen estos eventos a un ataque proveniente de los grupos de rebeldes Hutíes del país vecino Yemen (que se ubica al sur de Arabia Saudita).
Hasta que no haya una orden oficial, el programa establecido para el resto del torneo quedará intacto. De hecho, ya comenzó el segundo entrenamiento de F1 y ninguna autoridad de Jeddah ni de la competencia se ha pronunciado a la prensa.
La situación está tensa desde que meses atrás, durante el desarrollo del Dakar -también en Arabia- la tripulación francesa denunció un atentado en los momentos previos a disputar la competencia. Lamentablemente los estados islámicos siguen inmersos en conflictos históricos, regionales y étnicos, y el deporte corre peligro.