La Justicia otorgó el beneficio de arresto domiciliario a Gustavo Ravainera, el único condenado por el crimen de María Victoria Chiaradía y Horacio Iglesia Braun. Los jóvenes desaparecieron el 27 de agosto del año 2000 y sus cuerpos fueron hallados el 4 de septiembre en un monte de cipreses en la zona de San Eloy, en Coronel Suárez.
Ravainera había solicitado varias veces la medida por diferentes problemas de salud. Fue condenado a reclusión perpetua por el doble homicidio el 3 de diciembre de 2009.
Ahora, el condenado seguirá purgando la pena en un inmueble de Villa Iris, perteneciente a su hermana. Será supervisado por el Patronato de Liberados de Puán y tendrá una pulsera electrónica. La medida fue dispuesta por el juez de ejecución penal Claudio Brun
Para el tribunal en lo criminal número 3, que lo condenó, Ravainera fue el autor de los disparos que terminaron con la vida de los chicos.
Ravainera fue el único condenado de los tres acusados por el doble homicidio, ya que el Tribunal absolvió, por la endeblez de las pruebas reunidas, a Gustavo Enrique Aguilar y a Héctor Hugo Fernández.
El doctor Claudio Brun, a cargo del Juzgado de Ejecución Penal Nº 1, fue quien dictó la resolución teniendo en cuenta los informes médicos. El perito médico forense oficial de la asesoría pericial indicó que Ravainera padece un cáncer pulmonar en tratamiento con radioterapia y quimioterapia. Además recibe morfina. Por esa razón y por las demoras en la realización de los diferentes estudios indicados por el médico
sumado a la posibilidad de infección, al no recibir un tratamiento adecuado, se pone en riesgo su vida.
El mismo informe indica que el ámbito carcelario, de encierro, no es propicio para el estado tan avanzado de la enfermedad
“Esto no estaba previsto en el pensamiento de mi familia ni en la de Horacio. Me interesan pocos los argumentos del juez y de los médicos. Ravainera es un asesino y debe cumplir la condena en la cárcel” , dijo Roberto Chiaradía. Lamentó que se enteró a través de los medios de esta resolución.