Luis Amore, comerciante de calzado en la ciudad, fue uno de los que decidió abrir sus puertas y empezar con la atención al público pese a las restricciones del municipio.

En diálogo con Canal Siete manifestó la preocupación del rubro y mencionó que las ventas on line no llegan a cubrir ni el 10% de lo habitual.

Además, aseguró que no se entiende por qué no les permiten restablecer su actividad. “No hay pruebas de que la ropa o el calzado sean trasmisores del virus”, aseguró.

Amore señala que ya es insostenible y desesperante su situación y que la incertidumbre es debastadora, ya que nadie les da certezas. “Que me digan si tengo posibilidades de trabajar porque sino, no tengo otra opción que despedir gente”, concluyó.

Otra zapatería de la ciudad, solo hace cobro de tarjeta, pero no recibe clientes por la venta de calzado. Pese a que la Corporación sostuvo que abrirían sin autorización, prefirieron no violar la ley vigente. Y esperan la habilitación para reabrir sus puertas con protocolo.