Autoridades del Hospital Municipal explicaron cómo fue la atención realizada al hombre que sufrió un accidente en avenida cabrera, estuvo internada, recibió el alto y más tarde falleció.

Carlos Fiszman, un policía de 56 años, había ingresado a la guardia de Leónidas Lucero luego protagonizar un accidente en el que embistió con su vehículo una camioneta que estaba detenida en un semáforo. “Estuvo en observación donde se le hicieron diferentes estudios y fue evaluado por distintos profesionales y aproximadamente entre las diez y once horas de estar en Guardia al paciente se le da el alta”, explicó la doctora Fernanda Bartolini, directora de atención hospitalaria del Hospital Municipal.

Según explicó la profesional, Fiszman tenía “fractura de huesos de la nariz y alguna fractura costal. En los órganos sólidos, corazón, pulmón, abdomen ,huesos largos,  cadera, no se constataban lesiones”.

“Después de la primera internación y reingresa inmediatamente por persistencia del dolor y por falta de aire. En esta segunda oportunidad reingresa a la guardia se le repiten todos los estudios, se le agregan nuevos estudios se visualizan las mismas lesiones. Tampoco se detectan lesiones de órganos vitales, en ese momento. Y cerca de la medianoche hace un evento súbito, un paro cardio-respiratorio donde se le realiza una reanimación cardiopulmonar avanzada prolongada, desgraciadamente sin respuesta”, explicó Bartolini.

En tanto el Dr. Adolfo Quispe, jefe del departamento de medicina crítica, señaló que, muchas veces, el trauma sufrido por un paciente “actúa como gatillo para agravar la situación y se manifiestan por este tipo de eventos. El paciente era hipertenso y obeso, pero no hay datos de que tuviera un riesgo coronario”.