Bahía

La lámpara que volvió a brillar: una obra que pareció perdida tras la inundación

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Una lámpara colgada de un puente, en pleno Paseo de las Esculturas en Bahía, se convirtió en los últimos años en mucho más que un objeto artístico: fue símbolo de memoria, de identidad y también de reencuentro.

La instalación es obra de Alicia Antich, artista local que en 2021 ganó la Bienal de Arte con su propuesta Para abolir las tinieblas, una pieza que ilumina simbólicamente el arroyo Napostá, antiguo límite entre el fuerte argentino y los pueblos originarios. Su objetivo era claro: poner luz en un lugar cargado de historia, visibilizar un espacio olvidado y resignificarlo. Pero esa luz, literalmente, se apagó.

Yo quería reconstruirla porque creí que había desaparecido“, cuenta Alicia. Fue su hija quien le avisó, mediante un mensaje, que la lámpara había reaparecido. Alguien la había visto colgada de un árbol. La noticia circuló por Facebook y Alicia no tardó en acercarse al lugar. “La emoción fue enorme”, dijo.

La historia tiene ribetes casi cinematográficos. Según los comentarios en redes, un joven, identificado como Gastón, habría cruzado a pie media ciudad con la lámpara al hombro, tras haberla encontrado en una boca de tormenta frente a un taller mecánico. Alicia se lanzó a reconstruir el recorrido, y hasta habló con vecinos del lugar. Aunque aún no logró identificar al protagonista de esta historia urbana, agradece el gesto: “Si alguien la trajo hasta ahí es porque sabía dónde estaba. La gente la hizo propia”, reflexiona.

Ahora, la lámpara será restaurada en el taller de su marido, con ayuda de electricistas amigos, y volverá a colgarse en el mismo sitio donde fue originalmente instalada. “Obviamente me la tengo que llevar para restaurarla, ponerle toda la parte eléctrica que no está. Está bastante entera, se nota que fue revolcada“, dice la artista entre risas.

El regreso de la lámpara coincide, además, con otro proyecto en marcha: una muestra titulada Todo fluye, que Antich presentará el 21 de mayo en la Casa del Bicentenario de Buenos Aires. Allí, la imagen de la luminaria ocupará una pared principal. “Yo pensé que había desaparecido, pero sigue presente, aunque de otra manera”, afirma. “Es como decir que las cosas pueden rehacerse, volver a nacer, seguir adelante”.

La historia no termina ahí. En redes, más de 300 mensajes celebraron el regreso de la lámpara. “Cuando pasó todo, la gente se asomaba al puente para ver si seguía ahí”, cuenta Alicia. “Me parece que esto es todo un símbolo. Y además, un símbolo luminoso”.

Esta entrada ha sido publicada el 23 de abril, 2025 17:02

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