Bahía

El lugar donde encontraron a Melisa, la mujer que dice haber sido secuestrada, golpeada y abusada

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La mujer de 37 años, permanece internada y sedada en el Hospital Municipal tras denunciar un brutal ataque que incluyó secuestro, abuso sexual, golpes y una escena cargada de horror en una obra en construcción. El hecho, que tuvo su epicentro en la zona de Ayacucho y Lattanzio, aún está rodeado de interrogantes, contradicciones y una investigación en curso que intenta reconstruir paso a paso lo que ocurrió.

La denuncia se originó luego de que la mujer fuera encontrada en estado de shock en una obra aparentemente abandonada. Según el relato que logró brindar en medio del trauma, todo comenzó cuando salió de una iglesia ubicada en la calle Vieytes al 3600. En ese trayecto, aseguró, fue abordada por dos personas encapuchadas que la atacaron y se la llevaron por la fuerza. A partir de allí, el horror.

La zona donde fue hallada es clave, una obra detenida desde hace tiempo, con pastizales de más de 80 centímetros, sin signos de tránsito habitual ni presencia de obreros. Un terreno casi inaccesible. Entre los escombros se encontraron elementos personales, zapatillas, ropa, una billetera, mechones de pelo. Y una evidencia inquietante, restos de fuego en uno de los ambientes, donde según la víctima, la habrían atado antes de prender fuego el lugar y abandonarla.

La imagen de una cámara de seguridad de una vivienda cercana muestra a Melisa caminando sola por la zona, segundos antes del supuesto ataque. En el registro se la ve mirar hacia atrás, con nerviosismo. Después de eso, nada más queda registrado. Según su familia, fue en ese breve trayecto donde los atacantes la interceptaron.

Los vecinos aseguran que la cuadra no es transitada, que apenas pasan autos y que la vereda está prácticamente inutilizable por lo que quienes caminan lo hacen por la calle. De hecho, fue un vehículo el que finalmente se detuvo a auxiliarla tras ver su estado. Los primeros dos pasaron de largo. El tercero frenó, llamó a la ambulancia y a la policía. Ese llamado permitió activar la investigación.

En el interior de la construcción también se hallaron zapatillas, botellas, lapiceras, ropa, lo que hace sospechar que podría haber sido usado como refugio ocasional por otras personas. Sin embargo, el foco está puesto en un ambiente donde se notó pasto quemado y una escena que coincide parcialmente con lo que la mujer relató a los médicos y a su familia, que logró escapar del fuego atada, como pudo.

Por ahora, la fiscalía y la policía buscan cámaras adicionales y posibles testigos que ayuden a reconstruir el recorrido completo. También intentan identificar a los presuntos atacantes. La familia de la víctima insiste en que no se descarte ninguna línea de investigación, incluso una posible conexión con denuncias previas. El apellido mencionado en la causa, el de Johnny Zambrano, fue desvinculado por su entorno, que negó cualquier participación.

Melisa sigue internada, con un cuadro delicado tanto físico como emocional. Apenas logra hablar, lo hace bajo medicación y repitiendo frases sueltas. Su testimonio completo será vital para esclarecer lo que realmente pasó en ese trayecto oscuro.

Esta entrada ha sido publicada el 23 de julio, 2025 14:08

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