Hoy se cumplen 25 años del doble crimen de María Victoria Chiaradía y Héctor Horacio Iglesia Braun, ambos de 19 años, un hecho que conmocionó a Bahía Blanca y a todo el país y cuya investigación y juicios atravesaron más de una década hasta llegar a una condena firme.
La madrugada del 27 de agosto de 2000, los jóvenes desaparecieron luego de salir en el Chevrolet Corsa del padre de Horacio. Nueve días después, sus cuerpos fueron hallados en el paraje San Eloy, partido de Coronel Suárez. Ambos presentaban un tiro en la nuca, ejecución que estremeció a toda la comunidad.
Desde un inicio, la principal hipótesis fue el robo del vehículo como móvil del asesinato. Las investigaciones señalaron al mundo del desarmadero, donde existía un interés particular por ese modelo de auto. También existieron versiones vinculadas a un posible ajuste de cuentas contra el padre de Horacio, el Comisario Héctor Iglesia, pero esa teoría fue desestimada.
En 2005, el Tribunal Oral en lo Criminal N°2 de Bahía Blanca condenó a Martín Goyeneche, Juan Antonio Corona y Rubén Martín a 10 años de prisión por el robo del Chevrolet Corsa, aunque no se los responsabilizó por los homicidios. Se los encontró culpables de pedir el auto para realizar lo que se conoce como “ponchado” de un auto. Es decir que se le iba a poner el número de chásis de un auto siniestrado.
Recién en 2009, el Tribunal Oral en lo Criminal N°3 dictó la sentencia clave: Gustavo Javier Ravainera, alias “Lagarto”, fue condenado a prisión perpetua como autor material del doble asesinato. Sus coimputados, Gustavo Enrique Aguilar y Héctor Hugo Fernández, fueron absueltos por los crímenes, aunque Aguilar recibió una pena menor por tenencia de armas.
Ravainera, considerado uno de los responsables más temidos del caso, falleció en mayo de 2019 mientras cumplía su condena en arresto domiciliario en Villa Iris, tras ser beneficiado por un régimen especial debido a una enfermedad terminal.
Esta entrada ha sido publicada el 27 de agosto, 2025 10:37
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