En el juicio por una presunta estafa inmobiliaria, una de las denunciantes relató cómo tomó conocimiento de la maniobra y los pasos que siguió para exponer la situación.
El caso gira en torno a un macizo de siete hectáreas ubicado en Rega Molina, frente al barrio Parque Norte. Según explicó la mujer, el terreno forma parte de una herencia familiar dividida en cinco condominios, de los cuales ella y su hermana poseen una quinta parte.
“Los vecinos nos avisaron de los movimientos. Nos presentamos y encontramos gente marcando terrenos. Cuando pedí los papeles, me los mostraron y comprobé que era todo irregular”, sostuvo.
De acuerdo a su testimonio, los lotes eran ofrecidos en Marketplace como si contaran con servicios básicos de agua y luz, cuando en realidad carecen de toda infraestructura. Incluso, detalló que los precios eran “irrisorios” en comparación con el valor real de los terrenos en la zona.
La mujer aseguró que tanto ella como su hermana realizaron las denuncias correspondientes en la comisaría y luego en fiscalía, acompañando pruebas como fotos de la documentación exhibida en el lugar y chats de WhatsApp con el número de contacto que promocionaba las parcelas.
“No tuvimos contacto con los acusados. Solo con un joven que estaba midiendo. Le advertí que esos lotes no podían venderse, que no eran reales las medidas. Después, con todo eso, fuimos a denunciar”, explicó.
Ahora, con el debate en curso, la expectativa está puesta en que la justicia determine responsabilidades. “Espero que no se cometan este tipo de abusos, que se precise que la venta de un inmueble en estas condiciones irregulares es un delito”, concluyó.
Esta entrada ha sido publicada el 3 de septiembre, 2025 13:05
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