Este sábado 6 de septiembre, de 14 a 19 horas, la Casa Coleman será sede de “Conciencia Azul”, una jornada itinerante de divulgación abierta a toda la comunidad que busca acercar el mundo marino a las familias de Bahía Blanca y la región.
La propuesta surge de un grupo de estudiantes de Oceanografía y carreras afines de la Universidad Nacional del Sur, con un doble objetivo, sensibilizar sobre la importancia del océano en la vida cotidiana y recaudar fondos para participar de las Jornadas Nacionales de Ciencias del Mar, que se desarrollarán en Puerto Madryn del 1 al 5 de diciembre.
“Queremos concientizar a toda la ciudad y a quienes se acerquen sobre la importancia que tiene el océano en nuestra vida. Y, al mismo tiempo, reunir recursos para poder viajar a representar a la UNS en un encuentro fundamental para nuestra formación”, explicó Azul Fiore, estudiante de Oceanografía.
El evento incluirá actividades interactivas, charlas informativas y propuestas para que chicos y grandes experimenten, por un día, cómo es la tarea de un científico marino. En ese sentido, los organizadores aprovecharán el interés que despertó recientemente la transmisión en vivo de una expedición científica desde Mar del Plata.
“Queremos aprovechar ese fervor que se generó, que de repente todos conocen al menos que existe el océano y que está bueno investigarlo y saber qué pasa. Por eso también preparamos una maqueta para que los más chicos, y también los grandes, puedan jugar, sentirse científicos por un rato y vivir la experiencia de explorar el fondo del mar”, señaló Julián Harari, otro de los estudiantes que impulsa la iniciativa.
Más allá de lo lúdico, el trasfondo es claro, cuidar lo que sostiene la vida. “El mayor porcentaje de oxígeno que respiramos proviene del océano, no de los bosques. Además, de allí se obtienen medicamentos y compuestos que usamos todos los días. Solo se cuida lo que se ama y solo se ama lo que se conoce. Por eso necesitamos llegar a más personas”, enfatizó Fiore.
Finalmente, Harari subrayó la importancia de participar en encuentros académicos que permitan intercambiar experiencias con estudiantes e investigadores de otras universidades. “Oceanografía se estudia solo en Bahía Blanca y en Buenos Aires. Es vital para nosotros generar contactos, aprender de otros equipos y mantener vivo este camino de investigación, a pesar de las dificultades de financiamiento”.
