Coronavirus

Las secuelas ocultas del COVID-19: el martirio del superolfato

Érica se contagió en septiembre y desde allí, su percepción de los olores cambió por completo: “Tengo hipersensibilidad, es insoportable”.

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Erica tiene 46 años. Su historia reciente dice que en septiembre del 2020 tuvo coronavirus. La pasó pésimo, pero la enfermedad no se ensañó letalmente con ella: en octubre tuvo el alta. Sin embargo, el virus le tenía guardado un castigo cruel en forma de secuela. Ocho meses después, la mujer huele todo al extremo y superpotenciado. Es una situación insoportable y angustiante que termina provocándole cefaleas y náuseas. Se descompone cotidianamente.

Su vida se volvió una pesadilla dentro y fuera de su casa. Toda su rutina cambió. En su hogar, Erica guardó velas, regaló o guardó en un placard perfumes y cremas, dejó de usar suavizantes para la ropa y cebollas para sus platos. Tiene que usar todo inoloro para hacer el día a día más llevadero aunque los olores se le cuelan sin su permiso. Dejó de tomar café porque le sentía olor a podrido y lo reemplazó por mate, infusión que nunca le había gustado.

El afuera es una continuidad horrorosa: carga nafta con tres barbijos, si va a la casa de un familiar o amigo le pide que aleje todo lo que tenga olor, no puede ir a algunos comercios y mide sus pasos al extremo para no ser presa de algún olor inesperado. Está atrapada. Hasta sus relaciones íntimas están en jaque.

Así se lo contó Erica a Nelson Castro en su sección “Las secuelas ocultas del Covid” para Telenoche. “Tengo hipersensibilidad. Llegué a esta situación después de pasar por todo lo contrario: al principio perdí el olfato y el sabor y después me fui para el otro lado. Ahora huelo todo a varios metros de distancia. Es muy angustiante”, resumió.

“Saqué todo lo que en casa tenía olor. Regalé perfumes y cremas. Saqué las velas. Cambié muchas cosas que me hacían bien y me gustaban porque me agarran náuseas y dolor de cabeza. Es insoportable”, agregó.

Con esta secuela sobre sus espaldas, Erica está en tratamiento médico para reeducar su olfato y ver si puede volver a ser la mujer que alguna vez fue. El tratamiento se basa en tomar olores que el paciente considera placenteros para, a partir de ahí, arrancar. No va a ser fácil. Como todas las alteraciones o las distorsiones del olfato que trajo aparejadas el covid, no tiene un plazo concreto para curarse. No hay un principio ni fin a su problema.

Según los especialistas, la hipersensibilidad se da en 5 casos cada mil pacientes que sufrieron coronavirus. Las que más lo sufren son las mujeres. Aunque no está confirmado, consideran que detrás de esta tendencia hay un factor hormonal sumado a la lesión.

Érica es uno de esos casos en estudio. Ella confía en mejorar y adquirió un hábito que ahora es una de sus puertas de salida: camina mucho al aire libre, rodeada de naturaleza. Es uno de los pocos espacios donde encuentra paz.

Fuente: TN

Esta entrada ha sido publicada el 15 de julio, 2021 07:20

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