Canal Siete
jueves 2 de mayo
Juegos olímpicos

El fallido clavado de la mexicana Arantxa Chávez y la peor calificación de los Juegos Olímpicos: le pusieron un 0

La atleta disputaba la ronda eliminatoria de trampolín de tres metros cuando se quedó sin espacio y perdió toda oportunidad de puntuar.

La clavadista mexicana Arantxa Chávez quedó en la última posición de su disciplina tras recibir una calificación de cero en su tercer clavado. La atleta tuvo un fallo antes de lanzarse y los jueces no pudieron más que ponerle el peor número.

Obtuvo una nota final de 190.35, mientras que su competidora más cercana, Micaela Bouter de Sudáfrica, consiguió 216.15. Ese error le costó demasiado.

El lamento de los mexicanos

En esa larga prueba de cinco rondas con 27 participantes, se califican las primeras 18 a la siguiente fase antes de definir a las finalistas, por lo que la probabilidad para México era muy amplia; sin embargo, un accidente dejó fuera prematuramente a Arantxa de cualquier posibilidad de pelear por un lugar en la instancia que continuaba.

En su tercer intento, la mexicana se acercó a la orilla del trampolín para iniciar su clavado, pero se quedó sin espacio y al intentar recomponer cayó al agua para llevarse el cero de los jueces y con eso colocarse en el último lugar de la competencia ya sin posibilidad de remontar.

Gimnastas chinas se reparten oro y plata en trampolín

La china Zhu Xueying, que en 2014 fue campeona de trampolín de gimnasia en los Juegos de la Juventud, logró hoy el oro en los Juegos de mayores con una puntuación de 56,635, mejor en 285 milésimas que su compatriota Liu Lingling.

El bronce fue para la británica Bryony Page, plata en Río, en una final en la que participó la mexicana Dafne Navarro, que terminó octava (48.345).

La canadiense RosannaghMacLennan, ganadora del oro en Londres y Río, hizo saltos muy altos, pero cayó dos veces fuera de lugar y sufrió una penalización de puntos, aunque alcanzó los 55,460.

La medallista de China, con los brazos en alto por su consagración (REUTERS/Mike Blake).Por: REUTERS

Los que hicieron historia… de la que es mejor no acordarse tanto

Eric Moussambani, el nadador que aprendió a flotar pocos meses antes de Sidney

Bajo el apodo de El Anguila, Eric Moussambani, natural de Guinea Ecuatorial, tiene la marca más lenta de la historia olímpica en realizar 100 metros con 1 minuto 52 segundos.

Paula Bolopa, peor marca de la historia en 50 metros

La joven Paula Bolopa, compatriota de Moussambani, también debutó en los Juegos Olímpicos de Sidney, registrando la peor marca de la historia en 50 metros, en la que tardó más de un minuto. No obstante, era la primera vez que Bolopa nadaba tanta distancia.

Kim Collins, el sprinter más lento de la historia

La peor marca en los 100 metros lisos de atletismo la tiene Kim Collins en los mundiales de Atenas en 1997, donde completó la distancia con 21,73 segundos debido a problemas físicos. No obstante, seis años después Collins pudo proclamarse campeón del mundo.

El eliminador de obstáculos, en los 110 metros con vallas

Un corredor chino decidió reinventar la prueba de las vallas y optó por derribarlas en vez de saltarlas por encima. Aunque el nombre del atleta no trascendió, él se hizo popular después de que su video en la participación de los Juegos Universitarios de China apareciera en Youtube.

Trevor Misapeka, la Tortuga de Samoa

Este lanzador de peso tuvo que competir en los 100 metros de atletismo por un error de la federación de Samoa. Con 140 kilos logró completar la distancia en 14,29 segundos durante el Mundial de Atletismo de Canadá (2001). Apodado como la Tortuga de Samoa, Trevor Misapeka será recordado por ser uno de los peores velocistas de la historia.

Svannah Sanitoa, 100 metros en 12,23 segundos

Otra samoana que hizo historia en el Mundial de Atletismo de Berlín en 2009 fue Svannah Sanitoa. Con 95 kilos de peso, la atleta completó los 100 metros en 14,23 segundos.

Sogelau Tuvalu, otro lento velocista de Samoa

Si Trevor Misapeka completaba los 100 metros con 14,29 segundos, su compatriota Sogleau Tuvalu logró empeorar la marca con 15,66 segundos en el Mundial de Atletismo de Corea del Sur (2011). Su exceso de peso y su particular forma de moverse le convirtieron en el peor velocista del atletismo.

Luvsanlkhündegiin Otgonbayar, el maratonista más lento del mundo

Esta atleta de Mongolia pasará a los anales de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 por su marca en la maratón, que completó en 3horas y 42 minutos (casi una hora más tarde que la penúltima corredora). Otgonbayar admitió que gracias a los aplausos del público y a sus gritos de apoyo consiguió terminar la carrera, y, que además, tuvo la sensación de correr muy rápido.

Brian Sutherland, el peor boxeador de la historia

El norteamericano Brian Sutherland debutó en 1993 como profesional en la división de peso ligero contra Kenny Rainford. No obstante, su carrera fue más corta que un suspiro ya que sólo duró 56 segundos. Tras un derechazo de su rival besó la lona y la pelea tuvo que detenerse. Fue su primer y último combate.

Philip Boit, el esquiador keniata

Tras una campaña publicitaria de una marca deportiva, Philip Boit fue enviado a Finlandia para entrenarse como esquiador de fondo y participar posteriormente en los Juegos Olímpicos de Invierno de Nagano (1988). Era la primera vez que Boit tocaba la nieve. Pese a los entrenamientos, el esquiador keniata quedó último en la prueba de Japón y retrasó incluso la entrega de premios.

El equipo jamaicano de bobsleigh

El bobsleigh, bajar con trineos por encima de pistas de hielo a toda velocidad, es un deporte innato en los países nórdicos y en temperaturas muy bajas. Sin embargo, esto no impidió participar al equipo jamaicano en la prueba de los Juegos Olímpicos de Invierno de Calgary en 1988. Se habían entrenado a consciencia con carricoches sobre la arena de Jamaica. Durante la prueba decisiva, su trineo volcó y acabaron cruzando la meta a pie recibiendo los aplausos del público presente.

Eddie Edwards, el Águila de Calgary

En los Juegos Olímpicos de Invierno de Calgary hubo otro nombre que brilló con luz propia. Se trata del británico Eddie Edwards que participó en el salto de esquí, una prueba inexistente en su país. Su marca fue sólo de 59 metros y consiguió quedar penúltimo, ya que el último fue descalificado. Se ganó el sobrenombre del Águila.

Fuente: TN

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