Darío Barassi está acostumbrado a sorprender a sus seguidores de Instagram. Sus publicaciones suelen tener el mismo humor que cada una de sus hilarantes apariciones en la televisión y nunca pierde oportunidad de hacer lo que más le gusta: reírse de sí mismo.
En las últimas horas, el conductor de 100 argentinos dicen (eltrece) compartió una imagen que fue celebrada por sus fans y rápidamente llegó a los 90 mil likes. La foto es una verdadera joya: Barassi, de niño, muy sonriente, durante unas vacaciones en una playa argentina.
Pero no solo fue una instantánea simpática, también aprovechó para revelar el problema que enfrentó durante su infancia.“Si fuiste niño gordillo te pasaba esto con los pantalones sí o sí. La cantidad de crema usada en esos jamones frotados”, describió. Y, fiel a su estilo, completó: “Igual ojo. Deporte y facha”.
Rápidamente, algunos usuarios se mostraron de acuerdo con lo que contó Darío. “Uf, claro. ¡Las veces que me he paspado! Terminaba caminando como Maggie Simpson cuando le ponen su enterito de invierno que parece una estrella de mar”, recordó @belenpozzi.
Darío Barassi, el abogado brillante que casi no ejerció para darle paso al conductor de TV
Lagran mayoría ignora una faceta desconocida de Darío Barassi. No solo se recibió de abogado en la Universidad de Buenos Aires, sino que lo hizo con honores. A pesar de sus increíbles capacidades, casi no ejerció para darle paso a su rol como conductor de TV.
Después de que terminó los estudios primarios y secundarios en San Juan, donde nació en 1983, se mudó a Buenos Aires para estudiar Derecho y seguir el mismo camino que había recorrido su padre.
Su papá se llamaba Fernando Alberto Pacheco y murió cuando Darío Tadeo Pacheco Barassi tenía apenas cinco años. Tomó el apellido de su madre para formar su personalidad artística.
Recordando su etapa como estudiante de leyes, se definió a sí mismo como “un buen alumno” con “gran capacidad de diálogo e inventiva”. Aunque no se arrepiente de haber cursado abogacía, dado que “es buenísimo tener el bagaje cultural de un abogado”, reconoció que “hubiese sido mejor estudiar algo con un aspecto más creativo”.
De todas maneras, mientras estudiaba y rendía exámenes, “también tomaba clases de teatro”. A pesar de la exigencia de la carrera, no quería renunciar a su faceta artística.
Fuente: TN