Cientos de famosos tiemblan cada vez más tras la viralización de centenares de imágenes de las controvertidas fiestas que organizó durante más de 20 años el rapero Sean “Diddy” Combs, detenido hace unos días tras varias acusaciones de tráfico sexual y abuso.
En las imágenes que se recolectaron y se publican a continuación aparecen manifestada la estética de la celebración que todos los años hacía Diddy en el verano de los Estados Unidos: los invitados debían ir vestidos de blanco.
“The White Party” era todo un acontecimiento en Beverly Hills, para las celebridades que vivían en la zona. Quienes entraban a la casa de Diddy eran, principalmente, músicos, actores, algunos deportistas y gente relacionadas con la industria.
Leonardo DiCaprio, Jennifer Lopez y Ashton Kutcher eran tres de las principales figuras de las celebraciones, en diferentes épocas. El actor de Titanic fue mencionado en una entrevista que le hicieron a Diddy como su invitado “número 1″.
A ellos se les sumaron en otros momentos Matthew Broderick, Sarah Jessica Parker, Paris Hilton, Kim Kardashian, Howard Stern, Kelly Osbourne, Aretha Franklin, Martha Stewart, Tommy Lee, Pamela Anderson, Demi Moore, Jonah Hill, Mel B, Russell Brand, entre otros.
Así eran las fiestas salvajes de Diddy a las que iban Jennifer Lopez y Leonardo DiCaprio
Varios medios como USA Today y Page Six indagaron en cómo se diseñaban estas fiestas que, en la mayoría de los casos, eran anuales y muy reconocidas: los participantes, como un código secreto, debían ir vestidos de blanco siempre. Mientras que muchos de ellos solo estaban en la celebración “oficial”, había una oculta en la que, presuntamente, ocurrían las aberraciones por las que se lo acusa al músico.
El diario New York Post indagó en la marginalidad de Hollywood para encontrar datos acerca de las fiestas de Diddy. Un “dealer de famosos” habló con uno de los periodistas del medio en off y contó lo que vivió cuando, en el pasado, presenció algunas situaciones en la mansión del rapero.
De acuerdo a ese informante, cuando entró a la mansión de Diddy en Los Hamptons, el cantante lo recibió vestido solo con una bata de baño. Luego lo llevó a la habitación de atrás para hacer el intercambio de cocaína y se quedó un rato. “Empezaron a pasar cosas y varios chicos empezaron a tener sexo entre ellos. Había varias habitaciones traseras que eran como un santuario”, relató, dejando claro que en los ambientes más alejados ocurrían situaciones secretas.
Luego, el mismo informante no quiso mencionar a las celebridades que había, pero citó que eran raperos. “No diré nombres, pero hubo raperos por los que inmediatamente les perdí el respeto y nunca más pude tomarlos en serio”, comentó. Uno de los más asiduos era Jay-Z, muy reconocido en el ambiente.
Además remarcó que muchas de las personas que estaban en la fiesta ya habían consumido ketamina. “Fue entonces cuando me largué de allí”, sintetizó la fuente del medio para dejar claro que no participó en ninguna situación sexual del evento.
De qué se lo acusa a Diddy
Muchos creen que varias de estas fiestas que organizaba anualmente en su mansión de Los Hamptons eran una fachada para dar una “buena imagen” dentro del mundo del espectáculo. Eso le permitía obtener poder y más fama, que, a su vez, le generaba impunidad para cometer otros delitos.
Además, los investigadores creen que, al mismo tiempo, estas celebraciones eran parte del sistema que Diddy montó para cometer los crímenes sexuales. El productor quedó detenido acusado de haber usado su “poder y prestigio” para “tráfico sexual, trabajo forzado, transporte interestatal con fines de prostitución, delitos de drogas, secuestro, incendio provocado, soborno y obstrucción de la justicia”.
Las aberraciones que, aseguran, cometía, quedaron registradas en múltiples videos prohibidos que las fuerzas policiales descubrieron cuando allanaron, a principios de año, su lujosa casa en Miami. El caso es similar al de Jeffrey Epstein, el magnate que se suicidó en la cárcel cuando estaba a punto de enfrentar un juicio por tráfico y abuso sexual.
En la acusación se describe que Diddy obligaba a las mujeres y hombres a cometer, mientras estaban drogados, actos sexuales conocidos como Freak Offs, que quedaban registrados en videos. Las torturas duraban días y las víctimas recibían medicación intravenosa para recuperarse.
Los investigadores sostuvieron que el rapero grababa los actos sexuales para, luego, mostrarle a las personas que eran víctimas de los abusos y chantajearlos con hacer circular ese material con el objetivo de que no hablaran.
En los allanamientos, la policía encontró drogas, cientos de videos, miles de botellas de aceite y lubricante para bebés, además de armas de fuego y municiones. Diddy enfrenta varias penas que van desde los 15 años hasta la cadena perpetua.
Fuente: TN