Argentina y Brasil se enfrentaron en la final de la Copa América en uno de los clásicos más importantes del mundo.

El partido, que fue el primero del torneo con espectadores, contó con 5.500 asistentes debido a que la Confederación Brasileña de Fútbol y la Asociación Argentina de Fútbol recibieron cada una 2.200 entradas, mientras que los últimos 1.100 asientos eran para los funcionarios de la Conmebol y los patrocinadores del torneo. 

En un duelo difícil, Argentina se consagró campeón en el estadio Maracaná.

A los 21 minutos del primer tiempo, los albicelestes abrieron el marcador con el único gol del encuentro, de la autoría de Ángel Di María quien definió con excelencia gracias a la asistencia de Rodrigo De Paul, con un pase de posición cruzada.

Con este título, el conjunto de Scaloni rompió una racha de 28 años sin ganar la Copa América.