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Seis consejos para regular el sueño de los chicos en las vacaciones de invierno

En este período del año, el trastorno más comúnmente observado en los niños y adolescentes es que se van a dormir tarde y también se despiertan mucho más tarde que lo habitual.

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La reorganización familiar luego del período de receso escolar requiere de cierto trabajo anticipado para poder lograrla del modo más fisiológico posible.

“Al prolongado período de irregularidades en las demandas académicas durante la pandemia, tanto horarias como en las formas de asistencia (presencial, virtual, etcétera), se le suman los meses de vacaciones donde las reglas se desdibujan en la mayoría de las casas”, señaló María Elena Mazzola, neuropediatra y jefa de la Unidad de Medicina del Sueño de Fleni.

La alta exposición a las pantallas, dormirse y levantarse a distintas horas, comer irregularmente y la mayoría de las veces alimentos ultraprocesados, de bajo nivel nutricional, alteran los ritmos biológicos.

Los expertos sugieren evitar las siestas, sobre todo después de las 17.00 (Foto: Adobe Stock)

“En un escenario ideal, se debería comenzar a ritmar a nuestros hijos al menos quince días antes del comienzo de las clases. El trastorno de sueño más comúnmente observado en las vacaciones, aunque no el único, es el retardo de fase. Se refiere a la conciliación tardía del sueño con un despertar también tardío. Pero ¿cuántas horas deberíamos dormir? Esa pregunta tiene varias respuestas, ya que depende de la edad”, señaló la especialista.

Se trata entonces, de volver a poner el reloj interno “en hora”, según las necesidades sociales.

Tips sugeridos para regular el tiempo de sueño

  • Nadie puede obligar al sueño cuando no se tiene. Sí, en cambio, podemos recurrir a un despertar anticipado en al menos quince minutos por día.
  • Exposición a la luz solar por la mañana. Dejar cortinas abiertas para que el sol intervenga en la promoción de la vigilia.
  • Realizar actividad física regular preferentemente por la mañana y al aire libre.
  • Evitar las siestas, sobre todo después de las 17.00.
  • A partir de ese horario, disminuir la exposición a pantallas, música elevada, juegos online, ingesta de bebidas estimulantes y ejercitación intensa.
  • Promover actividad relajante antes de ir a dormir (mindfulness, meditación, música suave, leer en papel, etcétera).

Estudios científicos demostraron que la irregularidad horaria más que la falta de sueño provoca alteraciones estructurales en el cerebro, representadas por modificaciones en la mielinización del lóbulo frontal, área esencial para las funciones cognitivas y ejecutivas y la regulación emocional.

No debemos olvidar el valor que se le otorga actualmente a la interrelación intestino-cerebro, por lo que es importante que el tipo de alimentación sea variado, saludable y regular. La composición de la flora bacteriana influye en el estado del ánimo, el sistema inmune y el sueño, entre otras funciones.

“Desde el punto de vista medicamentoso, se menciona a la melatonina debido a su efecto sobre la inducción del sueño, la restauración de los ritmos circadianos de sueño y vigilia, así como por sus efectos antioxidante y antiinflamatorio. Su indicación y supervisión siempre deberá hacerla el médico de cabecera”, concluyó la especialista.

Fuente: TN

Esta entrada ha sido publicada el 22 de julio, 2022 10:32

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