Una tragedia que estremeció a todo España. Un niño de cuatro años falleció por asfixia después de ingresar a un secarropas mientras jugaba a las escondidas en la casa de su tía.

El triste acontecimiento tuvo lugar el jueves en Magaluf, Mallorca, España. La situación se desencadenó cuando la mujer se quedó dormida en su domicilio, perdiendo el control del cuidado del pequeño, quien se dirigió a la terraza y se escondió dentro del electrodoméstico.

De acuerdo con el reporte del diario local Última Hora, el niño estaba jugando y trató de esconderse de su tía, lo que lo llevó a introducirse en el electrodoméstico, pero lamentablemente todo terminó en tragedia.

Los investigadores indicaron que al ingresar al secarropas, la puerta se cerró y quedó atrapado en su interior sin poder abrirla. Al cabo de unos minutos, su abuela y su tía lo descubrieron y, al percatarse de su falta de signos vitales, solicitaron ayuda de emergencia.

Varias ambulancias, la Guardia Civil y la Policía local de Calviá se desplazaron de inmediato a la residencia. A pesar de los esfuerzos del personal médico por reanimar al nene de cuatro, lamentablemente ya era demasiado tarde y se confirmó su fallecimiento.

Por otro lado, los forenses señalaron que el jovencito de cuatro años presentaba lesiones en los nudillos de las manos, sugiriendo que intentó liberarse golpeando la puerta del secarropas. El cuerpo de la víctima fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Palma (España), donde se llevará a cabo una autopsia en las próximas horas.

Hallaron a un nene que estaba desaparecido hace seis años: caminaba solo por una ruta

Alex Batty es un joven adolescente de 17 años nacido en el Reino Unido que desapareció en 2017 a la edad de 11 en un viaje de vacaciones a España junto a su mamá. Y que, recientemente, fue encontrado perdido en una ruta de Francia, tras seis años sin tener ninguna noticia de su paradero o sin saber si estaba vivo.

El viaje en el que Alex desapareció tuvo lugar en Málaga, en el sur de España, ciudad balnearia a la que había viajado junto a su madre, Melanie Batty, y su abuelo. Desde el momento en que no se supo más nada de él, su abuela, Susan Caruana, no dejó de buscarlo, y siempre sospechó que su nuera lo había entregado a una secta.

Esta semana, las autoridades británicas confirmaron que el joven había aparecido en la ciudad de Toulouse, en el sudoeste de Francia, caminando solo y sin rumbo por una ruta donde un camionero lo halló y lo llevó a la comisaría más cercana. Fue en ese lugar donde reveló que se había escapado de una supuesta comunidad espiritual.

Entre sus declaraciones, el menor contó que llevaba dos años en ese país y que “no recibió malos tratos”, lo que fue confirmado por los médicos que lo revisaron.

De acuerdo con lo informado por la “BBC”, el chofer lo encontró con una mochila y una patineta, lo que le hizo sentir “lástima” por él e invitarlo a subirse al vehículo, donde charlaron durante tres horas, tiempo durante el cual Alex le contó su historia.

En su testimonio, el joven contó que vivió con su madre en una comunidad itinerante, donde no estaba obligado a permanecer, pero que consideraba a su mamá “un poco rara”, por lo que decidió abandonar la comunidad, hecho que lo llevó a caminar durante varios días.

Alex también pidió hablar con su abuela, cosa que hizo a través de las redes. “Estoy tan feliz. Hablé con él y me dijo que está bien”, dijo la mujer, en diálogo con el diario “The Sun”.

Fuente: Eltrece