La investigación por la muerte de Diego Román, el chico de 12 años cuyo cuerpo fue encontrado el 4 de julio pasado en la localidad santafesina de Recreo, podría dar un giro inesperado. La nueva hipótesis indica que no murió asesinado de 30 puñaladas sino que fue atacado por una jauría de perros.

El dato surgió de las nuevas pericias que se realizaron sobre el cuerpo del chico al que buscaron hace casi dos meses durante todo un día en la provincia de Santa Fe. El informe cobró relevancia por el antecedente de un ataque similar contra un hombre en el mismo predio donde encontraron muerto a Diego.

Con el nuevo escenario, el dueño de ese campo, ubicado al norte de la zona rural de Recreo, podría ser imputado por el delito de homicidio culposo. Se trata de una persona mayor de edad que, mientras los investigadores buscan elementos de prueba que alcancen para incriminarlo, sigue en libertad.

El cuerpo Diego estaba destrozado. Lo encontraron los entrenadores del equipo de fútbol donde jugaba y en un principio se estimó que había sido apuñalado por lo menos 30 veces. El cuerpo tenia signos de mutilación además de heridas de arma blanca que sugerían un intento de descuartizamiento.

El entorno familiar del chico quedó enseguida en la mira de la justicia con testimonios que hablaban de malos tratos previos al dramático desenlace. Sin embargo, fue el propio ministro de Seguridad local, Maximiliano Pullaro, quien comunicó a los medios la nueva línea de investigación.

Las nuevas pericias de las que participó un equipo interdisciplinario que incluía, entre otros especialistas, entomólogos, anatomopatólogos, odontólogos, bioquímicos y radiólogos, indican que Diego no habría sido víctima de un ataque con arma blanca sino de perros que, además, ya habían atacado a otro hombre en ese mismo lugar.

Fuente: tn.com.ar