La Justicia de Ejecución Penal de Bahía Blanca prohibió a Jonathan Luna, condenado por el femicidio de Micaela Ortega, acceder a redes sociales y utilizar celulares dentro de la cárcel. La resolución se dictó luego de que Mónica Cid, madre de la niña asesinada en 2016, denunciara haber visto al condenado activo en línea y sintiera temor de que volviera a intentar captar menores.
“No nos olvidemos que él mató a Mica a través de un teléfono. Que hoy disponga de redes sociales es como dejarle un arma”, advirtió Cid en diálogo con este medio. Recordó que Luna fue el primer condenado en el país por grooming seguido de femicidio y subrayó que permitirle manejar perfiles en internet significa exponer nuevamente a niños y adolescentes.
La madre relató que, al presentarse en el juzgado, expuso su preocupación y encontró respuesta inmediata: “Coincidimos en todo. El juez me recibió y enseguida dispuso que lo trajeran a Bahía Blanca para notificarle que no puede tener teléfono”. Sin embargo, remarcó que la dificultad está en el control: “No sé quién se va a encargar, porque quienes deberían hacerlo son los mismos que le permitieron tener un dispositivo en Sierra Chica, donde también sabemos que abrió perfiles y volvió a contactar a chicos”.
Cid insistió en que la medida debe cumplirse de manera estricta: “Yo lo voy a seguir siempre. No tengo otra cosa que hacer más que vigilar lo que hace el femicida de mi hija. No es vida para mí, pero es lo que me queda”. Y fue categórica respecto al uso de celulares en prisión: “Cuando hablamos de grooming, no hay discusión: un teléfono en manos de un condenado es un arma”.
El fallo judicial también ordena que Luna solo pueda comunicarse con familiares y defensa a través de medios controlados por el Servicio Penitenciario, sin acceso a dispositivos electrónicos propios.
