La familia Prequiu cerró en diciembre de 2018 la tradicional óptica que por siete décadas funcionó con su nombre en el centro de Bahía Blanca.

El pasado lunes, en el Departamento de Física, se llevó a cabo un acto en el que se recibieron en donación todos los muebles e instrumental, que fueron ubicados en el Laboratorio de Contactología, para los alumnos de Óptica y Contactología.

En reconocimiento, se colocaron en el Laboratorio las placas profesionales que identificaron a Ema, fundadora de la óptica, y a su hija Silvia, quien continuó la profesión hasta su reciente retiro. 

“Este es un día muy importante para nosotros. La óptica no es un comercio, es una profesión, y estar junto a la universidad acompañando la formación profesional, como lo hicimos con la colegiación y la matriculación, es muy relevante”, dijo Silvia en el acto, en el que estuvo acompañada de sus familiares.