Franco Toro, joven bahiense con raíces familiares en 𝐌é𝐝𝐚𝐧𝐨𝐬, perdió la vida el pasado 1 de enero en Punta del Este, al intentar rescatar a una mujer que luchaba contra el mar. Tenía 30 años y fue recordado por su familia y amigos como una persona generosa, comprometida y solidaria.
Su madre, 𝐆𝐚𝐛𝐫𝐢𝐞𝐥𝐚 𝐖𝐢𝐥𝐛𝐞𝐫𝐠𝐞𝐫, escribió una emotiva carta para agradecer a todas las personas que la acompañaron en uno de los momentos más difíciles de su vida. Desde las autoridades consulares hasta los vecinos que colaboraron con la colecta solidaria en Bahía Blanca para que pudieran viajar a Uruguay.
“𝐃𝐞𝐬𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐫𝐞𝐜𝐢𝐛í 𝐥𝐚 𝐧𝐨𝐭𝐢𝐜𝐢𝐚 𝐬𝐨𝐛𝐫𝐞 𝐥𝐚 𝐝𝐞𝐬𝐚𝐩𝐚𝐫𝐢𝐜𝐢ó𝐧 𝐝𝐞 𝐦𝐢 𝐡𝐢𝐣𝐨, 𝐦𝐞 𝐬𝐞𝐧𝐭í 𝐜𝐮𝐢𝐝𝐚𝐝𝐚 𝐲 𝐫𝐞𝐬𝐩𝐞𝐭𝐚𝐝𝐚”, expresó en su mensaje, destacando el apoyo humano recibido en todo momento.
El mar fue también el lugar donde decidieron dejar sus cenizas: “𝐑𝐞𝐠𝐫𝐞𝐬𝐚𝐫𝐥𝐨 𝐚𝐥 𝐦𝐚𝐫 𝐟𝐮𝐞 𝐬í𝐦𝐛𝐨𝐥𝐨 𝐝𝐞 𝐫𝐞𝐞𝐧𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐫𝐨𝐬 𝐟𝐮𝐭𝐮𝐫𝐨𝐬”, escribió, acompañada por sus hijas en una ceremonia íntima pero profundamente significativa.
La familia también agradeció a los guardavidas que encontraron el cuerpo de Franco —𝐏𝐚𝐛𝐥𝐨 𝐓𝐞𝐜𝐡𝐞𝐫𝐚, 𝐀𝐫𝐢𝐞𝐥 𝐌𝐚𝐜𝐡𝐚𝐝𝐨 𝐲 𝐃𝐢𝐞𝐠𝐨 𝐆𝐨𝐧𝐳á𝐥𝐞𝐳— por su compromiso y humanidad, así como a quienes trabajaron incansablemente en la búsqueda.
Desde Médanos, Bahía Blanca y Uruguay, muchas personas se movilizaron con un único objetivo: acompañar. Y esa red de afecto fue la que la madre de Franco eligió destacar, recordando que 𝐞𝐧 𝐥𝐨𝐬 𝐦𝐨𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐦á𝐬 𝐝𝐢𝐟í𝐜𝐢𝐥𝐞𝐬, 𝐞𝐥 𝐜𝐚𝐥𝐨𝐫 𝐡𝐮𝐦𝐚𝐧𝐨 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞 𝐬𝐨𝐬𝐭𝐞𝐧𝐞𝐫.