“Se tiró contra el camión y no pude hacer nada”, fue la frase con la que el transportista Luna, oriundo de Tres Arroyos, describió el trágico momento que ayer por la tarde cuando atropelló a un hombre que minutos antes había asesinado a su mujer y sus dos hijos.
El individuo se arrojó sobre el camión en la Ruta Nacional 228, a la altura del kilómetro 68, en jurisdicción de San Cayetano.
La comunicación con Luna fue registrada por Ecos Diarios, aunque con dificultad debido a problemas de señal en esa zona rural, donde en ese momento trabajaba la Policía Científica de Necochea.
El hombre que murió aplastado por el camión es el mismo que, horas antes, habría asesinado a su esposa en una vivienda de Tres Arroyos, en calle Larrea, donde fue hallada sin vida y con signos de ahorcamiento con un cable telefónico.
Tras cometer el femicidio, habría huido en una Renault Duster rumbo a Necochea, llevando consigo a sus dos hijos menores, de 4 y 8 años. En inmediaciones del lugar del impacto, la policía halló el vehículo incrustado contra un monte de eucaliptus, y en un zanjón cercano, los cuerpos sin vida de los dos niños.
Se investiga si los homicidios fueron cometidos durante el trayecto. Los peritos trabajan para establecer la secuencia temporal y mecánica de cada una de las muertes.
Hasta el momento, la causa es investigada bajo la hipótesis de femicidio, doble homicidio (filicidio) y suicidio. El camionero fue contenido en el lugar y permanece como testigo clave del desenlace final de un caso que conmueve a toda la región.