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Estrenos de cine: “Nomadland”, la favorita para el Oscar, entre la realidad y la ficción

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Con sensibilidad y buenas intenciones, la más interesante de las nominadas este año a mejor película revela el fenómeno de los adultos mayores sin casa, convertidos en nómades del capitalismo salvaje.

Nomadland ★★★ ½

La directora de origen chino Chloé Zhao se basa en un libro de no ficción, un trabajo periodístico (Nomadland: Surviving America in the 21st Century, de Jessica Bruder), para su tercer largometraje que viene arrasando en la temporada de premios y llega como favorito para el Oscar que se entrega el 25 de abril. La tierra nómade de la que habla refiere a un fenómeno importante en los Estados Unidos de los últimos años: el movimiento de gente mayor que no puede pagarse una casa con su jubilación y vive en su auto, su camioneta. Por el camino.

Una realidad triste, una de las caras más crueles del capitalismo tardío, que deja afuera del sistema, como despojos humanos, a aquellos que debería proteger luego de una vida de trabajo. A la protagonista, Fern (Frances McDormand) se le terminó el trabajo y la vida: ha muerto su marido, su pareja, no tiene hijos y cerró la industria minera que los empleaba. A ellos y a todo el pueblo de Empire, que queda convertido en un paraje fantasmagórico, con vistas a las montañas de Nevada.

Frances McDormand es la protagonista de la película (Foto: prensa).Por: Courtesy of SEARCHLIGHT PICTURES

Así que Fern abandona su casa para instalarse en su camioneta, su nueva casa en movimiento. La ruta la llevará hacia otros estados, otros paisajes y a reunirse con otros nómades como ella. Entre la necesidad y el activismo, con encuentros que se continúan cuando el camino vuelva a disponerlo, estas personas parecen haber descubierto una forma de libertad que los hace sentir privilegiados. Pobres privilegiados: aunque subsisten con los trabajos temporales que van encontrando y comen de la lata, tienen el mundo para ellos, primera fila frente a las maravillas de la naturaleza. Por cierto, una de las changas mejor pagas es empaquetando en la planta de Amazon (la película se filmó en una sede real de la empresa).

Trabajadores golondrina, zafrales, que cruzan la América profunda y exponen, con sus años cumplidos, sus canas, sus enfermedades, algo así como el reverso del american dream. Fern es una mujer serena, un poco misteriosa. Que parece cómoda entre esa gente de pocas palabras, dispuesta a ayudarse y a compartir lo poco que tiene. Acaso unas risas, frente a una puesta de sol descomunal.

“Nomadland” es la favorita para llevarse todos los Oscar (Foto: prensa).Por: null

Zhao inserta a su protagonista entre los sujetos reales de su relato, actores no profesionales. Uno de ellos, Bob Wells, es un conocido líder del movimiento y protagoniza una escena, un diálogo bello e importante. Se ha criticado la elección de McDormand, que está estupenda, como una concesión. Algunos señalan que Nomadland podría ir más lejos, o de una forma más radical, si la puerta de entrada a la historia fuera con alguien distinto a ella. Una mujer blanca, de ojos azules y con una familia burguesa a la que volver si lo desea, interpretada por una estrella ganadora de Oscar.

Pero Nomadland no se presenta como cine de denuncia social, o no solamente, sino como un cruce entre ese retrato colectivo y el íntimo. Es la travesía de una mujer que se queda muy sola y lo que pasa cuando se enfrenta a esa soledad.

El otro cruce es entre el registro documental y la ficción, construida en base a la realidad. Un registro presente en la ópera prima de Zhao, Songs my brother taught me, que puede verse en la plataforma Mubi y fue filmada en una reserva sioux, otro colectivo fuera de la América rica y exitosa.

“Nomadland” no se presenta como cine de denuncia social, o no solamente, sino como un cruce entre ese retrato colectivo y el íntimo. Es la travesía de una mujer que se queda muy sola y lo que pasa cuando se enfrenta a esa soledad (Foto: prensa).Por: null

Es (son, ambos, el personal y el social) un asunto atrapante, y la película se ve con un interés que no decae por esos sujetos entrañables, hoscos y golpeados. Aunque venga arropada en una factura que insiste con hacerlo todo “bonito”. Ni la historia personal roza la crudeza (esa con la que, por ejemplo, Agnés Varda miró a otra mujer a la intemperie, en la memorable Sin techo ni ley) ni la historia colectiva, envuelta en bellos paisajes sobre musicalizados, golpea la mesa con contundencia política.

Esa amabilidad un poco tranquilizadora, que puede irritar un poco, quizá explique el hecho de que esta película sensible, llena de buenas intenciones, sobre los marginales de la sociedad de consumo, enamore a públicos y a jurados. Con todas sus buenas razones, es la más interesante de las nominadas a mejor película, un grupo muy irregular.

Mortal Kombat

Un cuarto siglo después llega una nueva película basada en la popular franquicia de videogames homónima.

El productor Todd Garner dijo en una entrevista que Simon McQuoid se propuso hacer “la película de lucha definitiva” con Mortal Kombat. Imposible saber si la hipérbole representaba fielmente las intenciones del director australiano o fue un desliz celebratorio de Garner.

Lo cierto es que, a luz de los resultados, el objetivo estuvo muy lejos de cumplirse. Rebobinemos antes de avanzar. Mortal Kombat marcó a fuego el ideario gamer con una exitosa franquicia que fue furor en el Arcade durante la primera mitad de los ’90, época en las que el cine empezaba a nutrirse con más frecuencia del mundo de los bits, con la icónicaSuper Mario Bros como referente. Fue así que en 1995 el por entonces desconocido Paul W. S. Anderson (el mismo deResident Evil) filmó la adaptación, actualmente disponible en la plataforma de streaming Amazon Prime Video.

A 25 años de aquella película, un estrepitoso fracaso comercial, llega una nueva versión que, sin embargo, de nuevo tiene poco y nada. Apenas una impronta más realista en sus hiperviolentas y sangrientas peleas cuerpo a cuerpo con cuanto elemento filoso pueda imaginarse. Tanto mejor funcionaría Mortal Kombat viendo solo sus escenas de acción.

La historia está centrada en Cole, un luchador de “vale todo” –personaje creado para esta película- que descubre una marca de nacimiento. La ayuda de un comandante de las Fuerzas Especiales con la misma marca lo lleva hasta Sonya Blade, líder de un grupo de luchadores que deberá honrar a sus ancestros peleando contra los enemigos del Outworld. Como en toda película de pelea, habrá un largo entrenamiento que genera un crecimiento físico pero también personal, lo que implica que entre los enfrentamientos –lo único valorable- haya interacciones entre personajes carentes de interés, por fuera de la afectividad que pueda tener cada espectador hacia Sub-Zero, Kano o Scorpion. Piñas, patadas, memoria emotiva… y no mucho más.

Mortal Kombat (Estados Unidos-Australia/2021). Dirección: Simon McQuoid. Elenco: Joe Taslim, Hiroyuki Sanada, Chin Han, Jessica McNamee, Josh Lawson, Ludi Lin, Mehcad Brooks, Tadanobu Asano, Sisi Stringer, Lewis Tan, Elissa Cadwell, Max Huang y Mike Foenander. Guion: Greg Russo y Dave Callaham. Fotografía: Germain McMicking. Música: Benjamin Wallfisch. Distribuidora: Warner Bros. Apta para mayores de 13 años con reservas. Duración: 110 minutos.

Fuente: TN

Esta entrada ha sido publicada el 15 de abril, 2021 13:34

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